En el siglo XVIII fue conquistada por Sidi Mohamen Ben Abadallah, que mando reconstruir la ciudad con murallas para su defensa. Se convirtió en ciudad importante de Marruecos por tener su principal puerto en el siglo XIX, donde pasaron cristianos y judíos.

Su principal fuente de enconomía es su artesanía, turismo y pesca. Numerosos puestecitos de pescado fresco frente al mar, deleitan el paladar de nuestros viajeros.
Recomendamos pasear por sus callejuelas de color blanco con sus puertas azules de su antigua medina, donde disfrutaréis de las obras de sus pintores y artesanos.
La medina tiene acceso por sus tres puertas: Bab Sebaa, su puerta principal frente al paseo marítimo, Bab Dukala al norte y Bab Marrakech en su este. Por sus callejuelas, encontraréis numerosos puestecitos de productos típicos del país que nos llevarán hacia la plaza de Moulay Hassan, donde os recomendamos realizar una parada para descansar y tomarse un delicioso té a la menta.
Al atardecer, os recomendamos disfrutar del atardecer frente al mar, fusión de colores que se funden con el azul del Atlántico.
Como actividades opcionales, en la costa podréis realizar paseos en dromedario o rutas en quads, para los más valientes, realizar cursos de windsurf o kite surf.
Sin lugar a dudas, es una parada obligada donde desconectar de vuestro viaje y disfrutar de la tranquilidad de este bohemio pueblecito pesquero.
Essaouira
Disfrútalo!
Si quieres ver más imágenes de Essaouira, te pasamos link de nuestra galería de fotos de este paraíso de la costa Atlántica:
https://www.flickr.com/photos/alimatours/albums/72157644601867346